Advanced Infection Prevention Management Solutions
Advanced Infection Prevention Management Solutions
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
La seguridad primero: Cómo manipular utensilios usados o nuevos
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
El paso primero y decisivo para un procesamiento correcto
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
Reducción significativa de la contaminación microbiana
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
Un vistazo en detalle a la funcionalidad y la eficiencia
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
Solo los utensilios embalados correctamente pueden mantener la esterilidad a largo plazo
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
El poder de reducir los microbios a la mínima expresión
Reprocesamiento de instrumentos para la prevención de infecciones
Prolongar la esterilidad con las condiciones óptimas
Prevención de infecciones ambientales
Reduces significativa del riesgo de transmisión de microorganismos patógenos a los profesionales sanitarios, los pacientes y los visitantes.
[Del part. de usar] adjetivo
Todos los utensilios e instrumentos dentales usados durante el tratamiento, así como los artículos nuevos, si no están preesterilizados por el fabricante.
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La fase de desinfección previa de los utensilios usados es esencial para minimizar la proliferación de microbios y reducir el riesgo de infecciones cruzadas tanto como sea posible para el usuario, además de garantizar el éxito de las fases posteriores del procesamiento.
La fase de desinfección previa debe tener lugar en la sala de tratamiento.
Todos los instrumentos, usados y sin usar, deben someterse a desinfección previa justo después del tratamiento. Posteriormente, se trasladarán a la sala de procesamiento en una caja cerrada.
También deben tenerse en cuenta las normativas locales.
Consulte los reglamentos locales relacionados con el procesamiento de instrumentos dentales, así como las instrucciones de uso pertinentes.
Limpie toda la superficie del instrumento o de la unidad con desinfectante para eliminar todos los residuos y para evitar que se asienten en las piezas internas.
Si los reglamentos locales recomiendan realizar la limpieza previa directamente en la zona de tratamiento:
Limpie el producto sanitario de inmediato después de cada tratamiento para eliminar cualquier líquido (por ejemplo, sangre y saliva) y para evitar que se asienten en las partes internas.
Coloque todos los utensilios que se han sometido a la limpieza y desinfección previas en una bandeja o dentro de un recipiente adecuado a prueba de perforaciones para transportarlos de forma segura y rápida a la sala de procesamiento.
Tenga en cuenta que el desinfectante utilizado durante el tratamiento previo es solo para su protección personal y no puede sustituir al paso de desinfección después de la limpieza.
El manejo de instrumentos usados/contaminados supone un alto riesgo de infección, por lo que el uso de equipo de protección personal es de máxima importancia. Descubra más sobre el riesgo de contaminación cruzada y la cadena de infección.
Además del riesgo actual de Sars-CoV-2, hay muchos otros microorganismos patógenos causantes de enfermedades que pueden afectar de forma grave a su salud y a la de sus pacientes.
Usar EPP y seguir estrictamente el proceso de procesamiento es indispensable.
Para descubrir más información útil sobre las medidas de protección en la clínica dental, haga clic aquí.
Los mecanismos comunes de transmisión en entornos sanitarios, incluidas las clínicas dentales, son:
Transmisión directa: por ejemplo, contacto directo con suciedad, inoculación en la piel o la mucosa, gotículas
Transmisión indirecta: por ejemplo, manos y dedos sucios, inoculación por instrumentos contaminados, sprays o salpicaduras de, por ejemplo, aerosoles dentales, jeringas, transmisión por fómites, transmisión por el aire
Descubra el impacto de los aerosoles aquí.
Consulte siempre las instrucciones de uso del fabricante antes de iniciar el procesamiento de los utensilios usados o de los recién adquiridos.
Descubra más información con base científica sobre los riesgos de infección y la cadena de infección en los siguientes artículos (en inglés):
sustantivo [f]
Eliminación de la suciedad visible, sangre, proteínas, microorganismos y otros restos de los productos sanitarios o instrumentos dentales.
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Una limpieza adecuada y exhaustiva es esencial para garantizar que toda la suciedad visible se elimine de los instrumentos. Este paso es esencial para no comprometer las fases posteriores: desinfección y esterilización.
La limpieza se realiza con una solución de detergente y cepillos suaves de varios tamaños.
Los instrumentos deben estar enjuagados y totalmente secos después de la limpieza.
Limpie y desinfecte/esterilice los cepillos al menos una vez al día.
Si es posible, desmonte el producto sanitario según las instrucciones del fabricante.
Enjuague cada instrumento con cuidado bajo agua del grifo (<36 °C/96,8 °F para evitar la coagulación de proteínas). Asegúrese de que todas las superficies y recovecos queden expuestos al agua girando el instrumento/utensilio.
Limpie el instrumento/las piezas con un detergente adecuado. Enjuague con cuidado.
Seque con aire comprimido o a mano con un paño limpio, desechable y sin pelusas.
Para que la desinfección sea correcta, es esencial secar el instrumento/las piezas después de la limpieza.
Para obtener más información, haga clic aquí.
En términos de eficacia, seguridad y facilidad de uso, elegir siempre un método de limpieza automática.
Utilizar siempre EPP y guantes resistentes a las perforaciones y al calor.
Asegurarse de que los instrumentos que se van a limpiar sean compatibles (según las instrucciones del fabricante) con el método de limpieza escogido.
De forma ideal, la limpieza debe llevarse a cabo con un proceso de limpieza validado, por ejemplo, una lavadora o una termodesinfectadora. (TD). Si no hay disponible, deben guardase registros de los lotes que indiquen quién ha sido responsaible de limpiar los productos.
La limpieza ultrasónica permite limpiar de forma exhaustiva y precisa incluso las partes de más difícil acceso de los productos sanitarios (p. ej., zonas dentadas, bisagras, mangos). No procesar las piezas de mano con el método de limpieza ultrasónica. La solución de limpieza debe cambiarse regularmente (al menos una vez al día) y cuando haya restos biológicos visibles en el fondo del depósito. Todos los instrumentos deben estar enjuagados y totalmente secos después de la limpieza.
Desmonte el instrumento según las instrucciones del fabricante.
Realice la limpieza ultrasónica según las instrucciones del fabricante.
Nota: No olvide cambiar la solución con regularidad (al menos una vez al día).
Seque con aire comprimido o a mano con un paño limpio, desechable y sin pelusas.
Para que la desinfección sea correcta, es esencial secar el instrumento/las piezas después de la limpieza.
Para obtener más información, haga clic aquí.
En términos de eficacia, seguridad y facilidad de uso, elegir siempre un método de limpieza automática.
Utilizar siempre EPP y guantes resistentes a las perforaciones y al calor.
Asegurarse de que los instrumentos que se van a limpiar sean compatibles (según las instrucciones del fabricante) con el método de limpieza escogido.
De forma ideal, la limpieza debe llevarse a cabo con un proceso de limpieza validado, por ejemplo, una lavadora o una termodesinfectadora. (TD). Si no hay disponible, deben guardase registros de los lotes que indiquen quién ha sido responsaible de limpiar los productos.
La limpieza automática garantiza una alta calidad y unos resultados repetibles y uniformes. Además, reduce drásticamente el riesgo de lesión para el usuario. Los instrumentos deben estar totalmente secos después de la limpieza.
Desmonte el instrumento según las instrucciones del fabricante.
Siga las instrucciones de uso de la unidad de limpieza o procesamiento relacionada.
Cargue la unidad de limpieza o la TD según las instrucciones de uso (una vez que el proceso haya finalizado, vuelva a cargar la unidad de limpieza o la TD).
Para que la desinfección sea correcta, es esencial secar el instrumento/las piezas después de la limpieza.
Para obtener más información, haga clic aquí.
En términos de eficacia, seguridad y facilidad de uso, elegir siempre un método de limpieza automática.
Utilizar siempre EPP y guantes resistentes a las perforaciones y al calor.
Asegurarse de que los instrumentos que se van a limpiar sean compatibles (según las instrucciones del fabricante) con el método de limpieza escogido.
De forma ideal, la limpieza debe llevarse a cabo con un proceso de limpieza validado, por ejemplo, una lavadora o una termodesinfectadora. (TD). Si no hay disponible, deben guardase registros de los lotes que indiquen quién ha sido responsaible de limpiar los productos.
La limpieza es el paso más complejo del ciclo de procesiamiento. Obtenga más información sobre el principio básico y otros hechos.
Tanto si se realiza de forma automática como manual, una limpieza eficaz necesita agua, así como cuatro factores físicos principales que interactúan entre sí:
Las proporciones pueden alterarse pero, al final, deben formar un círculo completo. Más información sobre el círculo de Sinner en: La historia del círculo de Sinner
Las normas de referencia para la limpieza son EN ISO 15883-1 y EN ISO 15883-5. “Un producto sanitario limpio puede definirse como libre de suciedad visible y que cuantifique los niveles de analitos especificados a continuación.” (extracto)
Descubra más información con base científica sobre por qué la limpieza es tan importante en los siguientes artículos (en inglés).
sustantivo [f]
El resultado de la desinfección es la reducción del número de microrganismos viables en un producto o instrumento hasta un nivel que se ha especificado previamente. Este nivel se corresponde con la manipulación o el uso posterior previsto del producto.
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La fase de desinfección es esencial para reducir de forma consistente la carga bacteriana, así como los riesgos de infección cruzada, y para facilitar la posterior fase de esterilización.
Trate la superficie externa de las piezas de mano con una toallita empapada en desinfectante. Sumerja los instrumentos que no son piezas de mano en un tanque de desinfección, comprobando que todos los instrumentos estén totalmente empapados y colocados de manera que las superficies estén en contacto directo con la solución desinfectante.
Asegúrese de que la limpieza se haya realizado de forma eficaz y de que el producto sanitario esté totalmente seco por dentro y por fuera.
La humedad puede reducir el efecto del desinfectante.
Consulte las instrucciones de uso correspondientes, tanto del desinfectante como del instrumento/ producto, para comprobar que son compatibles. Consulte también: EN ISO 17664
Frote con desinfectante. Asegúrese de que toda la superficie del instrumento/producto esté cubierto de desinfectante. Tenga en cuenta el tiempo de acción del desinfectante.
Desplácese hacia abajo hasta el siguiente paso
Consulte siempre la información específica del fabricante con respecto a si los procesos de desinfección química son compatibles con el instrumento: EN ISO 17664
Asegúrese de que la limpieza se haya realizado de forma eficaz y de que el producto sanitario esté totalmente seco por dentro y por fuera.
La humedad puede reducir el efecto del desinfectante.
Consulte las instrucciones de uso correspondientes del desinfectante y del instrumento/producto para comprobar que son compatibles.
Consulte también la norma EN ISO 17664
Siga las instrucciones de uso para garantizar que el baño de desinfección se realice según se indica.
Los instrumentos y/o los productos sanitarios deben sumergirse por completo en el líquido desinfectante
Enjuague con abundante agua del grifo, seguida de agua desmineralizada. La calidad del agua utilizada debe ser adecuada para los procesos químicos que se van a llevar a cabo. Los dispositivos para desionizar el agua, como Multidem, ofrecen una calidad del agua adecuada.
Retire por completo todos los restos de agua, sobre todo dentro de los lúmenes (bisagras, tuberías), mediante aire comprimido suave filtrado y pañuelos desechables no tejidos.
Desplácese hacia abajo hasta el siguiente paso.
Un proceso único, repetible y validado que, junto con la desinfección de los instrumentos, garantiza un alto estándar de limpieza. Minimiza la posibilidad de lesión y de la subsiguiente infección a los usuarios.
Justo después del uso, debe realizarse la limpieza previa de los instrumentos para que no se seque la materia orgánica.
Si no se realiza la limpieza previa en la zona de tratamiento, los instrumentos deben colocarse en un recipiente adecuado a prueba de perforaciones y mantenerse húmedos para evitar que los líquidos (sangre, saliva) se sequen.
Desmonte los instrumentos según las instrucciones de uso del fabricante.
Siga las instrucciones de uso correspondientes de la termodesinfectadora y de los instrumentos para garantizar que el procedimiento se realice correctamente. Tenga en cuenta que los instrumentos pueden requerir un mantenimiento especial después del proceso de termodesinfección.
Desplácese hacia abajo hasta el siguiente paso
El objetivo de la desinfección es reducir los microbios patógenos, de forma que la cadena de infección potencial pueda interrumpirse y la carga microbiana sea lo más baja posible.
Los desinfectantes químicos contienen principios activos que matan a los microbios. Entre otras cosas, este efecto se basa en la capacidad del desinfectante químico de destruir la pared celular microbiana, o de inhibir ciertos procesos metabólicos de los microbios, que dan como resultado la muerte celular.
Las clínicas dentales deben usar desinfectantes que tengan un rango de acción adecuado (bacterias, hongos, virus). Hay pruebas específicas a las que deben someterse los desinfectantes para poder afirmar la actividad desinfectante frente a patógenos específicos (EN 1276 y EN 13704).
Tenga en cuenta que, aunque se haya probado correctamente un producto o un principio activo para todo el espectro de actividades desinfectantes, incluida la actividad esporicida, no puede considerarse esterilizante.
Las normas de referencia para la termodesinfección son EN ISO 15883-1 y EN ISO 15883-6. «El resultado de la desinfección es la reducción del número de microorganismos viables en un producto o instrumento hasta un nivel que se ha especificado previamente. Este nivel se corresponde con la manipulación o el uso posterior previsto del producto» (extracto)
Descubra más información con base científica sobre los riesgos de infección y la cadena de infección en los siguientes artículos (en inglés):
sustantivo [f]
Inspección es un término genérico para la inspección, el mantenimiento y las pruebas de todos los utensilios dentales limpios y desinfectados.
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Solo la cuidadosa inspección, el mantenimiento y las pruebas de todos los utensilios limpios y desinfectados ofrecen pruebas de su funcionamiento y garantizan un largo servicio. Además, el riesgo de infección, tanto para usted como para los pacientes, se minimiza gracias a la identificación de utensilios sucios o dañados.
Inspeccione todos los utensilios:
La inspección y el mantenimiento deben llevarse a cabo únicamente en la sala de procesamiento. Utilice un aceite adecuado para lubricar los instrumentos rotatorios y con bisagras. Utilice un dispositivo automatizado para lubricar las turbinas, los contra-ángulos, las piezas de mano y los acoplamientos.
Inspeccione todos los utensilios en busca de suciedad visible, como sangre o cementos dentales, así como de gotas de líquido, que pueden provocar corrosión. Para los utensilios que no estén totalmente limpios: vuelva a empezar. (Sí, es un poco como un juego de mesa).
Los productos que siguen húmedos o mojados deben secarse rápidamente con un paño sin pelusas. Los instrumentos con cavidades deben secarse rápidamente con aire comprimido. El tiempo es fundamental, ya que solo un secado rápido ayuda a prevenir nueva contaminación.
Vuelva a montar los instrumentos que tienen varias piezas para comprobar que todas las piezas estén completas y presentes. Compruebe siempre que los números de serie de las piezas individuales coincidan.
Mantenga todos los utensilios según las indicaciones del fabricante. Para turbinas, contra-ángulos, piezas de mano y acoplamientos, es el momento de realizar un mantenimiento completo, rápido y fiable de las piezas internas, por ejemplo, con ayuda de nuestros equipos Assistina.
Para el mantenimiento de instrumentos articulados, como tijeras, W&H recomienda usar F1 Service Oil.
Consulte la clasificación de Spaulding para asegurarse de que va por el camino correcto.
Productos esterilizables
Productos no esterilizables
Para los productos e instrumentos esterilizables, eche un vistazo al siguiente paso.
Compruebe que todos los utensilios estén completamente limpios y secos antes del mantenimiento.
La limpieza, la desinfección, el secado y el funcionamiento de los instrumentos debe comprobarse cuidadosamente. Los depósitos de cal o materia orgánica, como la sangre y las proteínas, pueden perjudicar la esterilización y causar más riesgos de infección.
Los instrumentos y productos que están dañados o con corrosión también suponen un riesgo de infección para usted y sus pacientes.
Es de importancia crítica que todos los utensilios se sequen tras la limpieza y la desinfección. La humedad y el calor fomentan el crecimiento y la multiplicación de los microorganismos. Por lo tanto, los instrumentos que se van a usar de inmediato y se almacenan húmedos temporalmente vuelven a contaminarse. La sequedad es imprescindible antes del embalaje y la esterilización.
Los instrumentos embalados y esterilizados que no se hayan secado podrían comprometer la esterilización. Los embalajes húmedos no son compatibles con el almacenamiento estéril.
La vida útil del producto y la capacidad del producto sanitario para funcionar correctamente las determina principalmente la tensión mecánica durante el uso y las influencias químicas del procesamiento.
Por lo tanto, el mantenimiento de los productos tras la limpieza, la desinfección y el secado es una parte esencial de la gestión de calidad y del procesamiento.
Consulte las instrucciones de uso correspondientes para garantizar que el mantenimiento sea adecuado.
En especial, las piezas de mano necesitan lubricación con regularidad.
Descubra más información con base científica sobre la importancia de una inspección y un mantenimiento correctos (en inglés):
sustantivo [m]
Preparación y embalaje de utensilios esterilizables antes de la esterilización.
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El objetivo del sistema de embalaje es garantizar una esterilidad completa y a largo plazo en el momento del uso de los utensilios. El embalaje debe consistir en una barrera antimicrobiana y un embalaje protector.
Utilice papel crepe blanqueado y envoltorios que combinan celulosa y fibras sintéticas. Son permeables al vapor, el aire y los vapores químicos, y ofrecen una barrera eficaz si los envases se almacenan en condiciones limpias y secas.
Asegúrese de que la inspección se haya realizado de forma eficaz, de forma que todos los componentes del utensilio en cuestión estén secos y no presenten suciedad ni daños.
Siga las instrucciones técnicas específicas del material de embalaje.
Si se usan materiales parecidos al papel, debe seguirse un procedimiento de embalaje tipo sobre o paquete.
Asegúrese de que el embalaje de esterilización sea lo suficientemente grande para los utensilios que se vayan a esterilizar. El embalaje de esterilización lleno no debe quedar tenso.
Selle el embalaje con cinta adhesiva editable resistente al calor.
Siga las instrucciones de uso proporcionadas por el fabricante del esterilizador con respecto al etiquetado. Si se recomienda el etiquetado antes de la esterilización, ponga en el embalaje la etiqueta adhesiva que ya ha preparado. No escriba directamente en el material de embalaje. Para conseguir una trazabilidad total, W&H recomienda anotar la siguiente información:
Los utensilios embalados ya están listos para el proceso de esterilización.
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Casetes y contenedores consisten en receptáculos reutilizables diseñados para la esterilización. Estos métodos son adecuados para un uso repetido y para optimizar la carga y el almacenamiento.
Asegúrese de que la inspección se haya realizado de forma eficaz, de forma que todos los componentes del utensilio en cuestión estén secos y no presenten suciedad ni daños.
Compruebe siempre que ha elegido el tamaño de bolsa apropiado. Las bolsas no deben ser demasiado pequeñas (apretadas) o demasiado grandes, ya que podrían dañarse o rasgarse, o no secarse bien. W&H recomienda usar bolsas 3 dedos más grandes (o un 30 % más grandes) que los instrumentos.
Siga siempre las instrucciones de uso específicas de la .unidad de embalaje, sellado y documentación
Los utensilios envueltos ya están listos para el proceso de esterilización.
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Solo las bolsas perfectamente selladas conservarán la esterilidad del contenido. El etiquetado de los embalajes hará posible vincular los instrumentos con su ciclo de esterilización y el historial del paciente.
La norma de referencia para el embalaje es EN ISO 11607.
El embalaje con sellado automático garantiza la esterilidad a largo plazo y la documentación automática.
Cuando los utensilios se embalen de forma manual, preste especial atención al proceso de sellado. Solo si los utensilios se embalan por completo y se sellan correctamente, se garantiza la esterilidad después de la esterilización.
El etiquetado de los embalajes es parte del proceso de trazabilidad. Hará posible vincular los instrumentos con su ciclo de esterilización y el historial del paciente. Algunas directrices locales pueden requerir que, además, se especifique el contenido de los embalajes. La etiqueta debe identificar el esterilizador, el tipo y el número del ciclo de esterilización, la persona a cargo, la fecha de esterilización y, potencialmente, la fecha de caducidad de la carga.
Descargue nuestro artículo relacionado (en inglés) para descubrir más sobre el embalaje.
sustantivo [f]
Conjunto de métodos y medios utilizados para eliminar todos los microorganismos vivos en cualquier forma, incluidas esporas.
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La esterilización garantiza la eliminación de los microbios, incluidas las esporas que provocan infecciones. Todos los instrumentos deben esterilizarse para garantizar que sean estériles en el momento del uso.
Las normas de referencia para los esterilizadores de vapor son las siguientes:
La norma EN 13060 define los requisitos para la fabricación de esterilizadores de vapor pequeños. Según esta norma, los esterilizadores se dividen en tres tipos:
La norma EN 285 define los requisitos para la fabricación de esterilizadores de vapor grandes.
La ANSI/AAMI ST55 es la norma norteamericana para la esterilización por vapor. Según esta norma, los esterilizadores se dividen en dos tipos: desplazamiento de gravedad y extracción de aire dinámica.
Para todos los instrumentos, compruebe que se haya verificado el funcionamiento y que se haya realizado el mantenimiento correctamente. Las bolsas deben ser 3 dedos (o un 30 %) más largas y más grandes que los instrumentos.
Para optimizar el secado, coloque todas las bolsas con el lado de papel hacia arriba o hacia abajo, según las recomendaciones del fabricante del esterilizador. Todos los esterilizadores de W&H requieren el lado de papel hacia arriba.
Siga las instrucciones de uso del esterilizador con respecto al método de carga de la bandeja o la cámara. Solapar las bolsas podría impedir el secado. No supere el número o la masa máximos de los instrumentos que pueden procesarse con el ciclo seleccionado.
Seleccione un ciclo diseñado y validado para el tipo de instrumento que se vaya a procesar.
Los ciclos de tipo B son compatibles con todos los tipos de carga que tienen bolsa sencilla o doble.
Al completarse el ciclo, compruebe la integridad y la sequedad de cada embalaje. El lado de papel debe estar totalmente seco. De lo contrario, los instrumentos no pueden liberarse como estériles.
En su lugar, deben desembalarse y devolverse al paso 1 como «utensilios usados».
W&H ofrece un sistema práctico y seguro para vincular instrumentos y ciclos de esterilización con los historiales de los pacientes: la impresora de etiquetas W&H Lisa Safe.
La impresora de etiquetas se conecta directamente con cualquier esterilizador de W&H compatible con la impresión de etiquetas, solo si el ciclo de esterilización se ha completado correctamente.
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El objetivo de la reducción continua de los microbios en cada fase del procesamiento, hasta los productos estériles reutilizables, es reducir la carga microbiana hasta el nivel de garantía de esterilidad de 10-6, es decir, una reducción de log 6. En otras palabras, alcanzar una probabilidad de 1 utensilio no estéril entre un millón.
Actualmente, la esterilización de vapor ampliada es el único método recomendado para minimizar el riesgo de transmisión de priones mediante instrumentos quirúrgicos. Debido al principio de desnaturalización térmica, la esterilización de vapor también es eficaz frente a bacterias resistentes a los fármacos.
Los esterilizadores de vapor requieren el uso de agua desmineralizada de buena calidad. Esto prolongará la vida útil no solo del esterilizador, sino también de los instrumentos. El agua de baja calidad (dureza, clorina) provoca daños, manchas y corrosión, tanto al esterilizador como a los instrumentos.
Descubra más información con base científica sobre el poder de la esterilización a vapor y la importancia de la calidad del agua en los siguientes artículos (en inglés):
sustantivo [m]
La acción o el método de almacenamiento y conservación de instrumentos empaquetados esterilizados, así como de instrumentos desinfectados sin empaquetar.
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Elegir la ubicación de almacenamiento adecuada garantiza la conservación de las condiciones estériles. Mantenga los utensilios embalados en un lugar seco y sin polvo para que estén listos para un uso seguro en todo momento.
Los productos estériles deben almacenarse en un entorno seco y sin polvo. Seguir el concepto «El primero que entra es el primero que sale» facilita las comprobaciones regulares: Almacene los instrumentos embolsados recién esterilizados al de los estantes, de forma que los instrumentos embolsados de la parte delantera, que se han esterilizado antes, sean los próximos en usarse. Así, los primeros en entrar serán los primeros en salir.
Compruebe que el embalaje de los productos esterilizados está seco. Si hay bolsas mojadas o húmedas, no se consideran estériles y no son aptas para el almacenamiento como utensilios esterilizados embolsados. En su lugar, deben Desembolsarse y devolverse al paso 1 como «utensilios usados». Consulte también «Embalaje mojado y húmedo tras la esterilización»
Los utensilios que no estén etiquetados todavía deben etiquetarse en este momento para documentar que el proceso de esterilización se ha ejecutado correctamente.
La etiqueta debe incluir la fecha de esterilización, la persona a cargo de liberar la carga y la fecha de caducidad, si están disponibles.
Compruebe que los productos estériles se transportan de forma que no se comprometa su estado. El transporte debe realizarse con rapidez.
Almacene los utensilios esterilizados según su sistema de almacenamiento individual.
Compruebe el estado de los utensilios almacenados a intervalos regulares. En cuanto aparezcan signos de daños, los utensilios ya no pueden considerarse estériles.
y los instrumentos ya están listos para volver a usarlos.
En esencia, la pérdida de esterilidad depende de las influencias externas presentes durante el almacenamiento, la manipulación y el transporte. Cuando se trata de determinar la posible duración del almacenamiento, las condiciones de almacenamiento en sí mismas son cruciales.
Los productos estériles deben almacenarse en un entorno seco y sin polvo.
Los utensilios desinfectados y los utensilios esterilizados no embolsados para uso inmediato deben transportarse de forma aséptica.
Descubra más información en los siguientes artículos (en inglés):
Conjunto de técnicas, procedimientos y prácticas recomendadas que, cuando se aplica de forma coherente en los contextos de atención sanitaria, tiene como objetivo la prevención o la reducción significativa del riesgo de transmisión de microorganismos patógenos a los profesionales sanitarios, los pacientes y los visitantes.
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La higiene y el mantenimiento de las instalaciones donde se llevan a cabo los trabajos odontológicos son condiciones previas esenciales para garantizar que todas las actividades diarias transcurran con total seguridad. Estos pasos le permitirán garantizar la salud y la seguridad de los pacientes y del personal de la clínica dental.
La sala de tratamiento debe desinfectarse después de cada paciente, mientras que las demás salas de la clínica deben limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día.
Después de cada tratamiento, se debe recoger el conjunto de instrumentos utilizados, como piezas de mano, espejos, scalers, periostótomos, exploradores, cánulas de succión, etc. y llevarlo todo a la sala de procesamiento.
Retire todas las protecciones, como films y similares, de la unidad dental y deséchelas en el contenedor adecuado especial para residuos peligrosos. Limpie y desinfecte todas las superficies en un radio de dos metros de la unidad dental con una única toallita previamente empapada o un paño empapado por superficie.
Utilice siempre un producto de función dual para limpiar y desinfectar con un amplio espectro de eficacia contra patógenos (virus, bacterias, micobacterias, hongos, levaduras y mohos) y con el menor tiempo posible de exposición. Utilice siempre un producto de limpieza y desinfección que sea compatible tanto con superficies sensibles como resistentes.
Retire todas las protecciones, como films y similares, de la unidad dental y deséchelas en el contenedor adecuado especial para residuos peligrosos.
Comience tratando la lámpara quirúrgica y, después, su soporte.
Trate la superficie completa del sillón dental con un movimiento uniforme, desde el reposacabezas hacia abajo hasta el reposapiés.
Descontamine la superficie externa de las piezas de mano del soporte; trate la primera pieza de mano y la línea de irrigación asociada (poleas y látigos) con una toallita con detergente y desinfectante; a continuación, vuelva a colocarlo de nuevo en su bandeja después de haberlo desconectarlo de su ubicación. Repita el mismo procedimiento para todas las piezas de mano del soporte, llevando cuidado de utilizar una toallita nueva para cada una de ellas. Trate el soporte (integrado o en carrito) y el portabandejas (o superficie de soporte asociado) utilizando una toallita limpia para cada superficie.
Con una toallita, limpie el pedal de control (reóstato) y el cable de conexión asociado a la unidad dental, si está presente (versión con cable). Limpie el taburete del dentista, el reposabrazos, la palanca de ajuste y el soporte móvil.
Trate la unidad de succión de forma similar al soporte de piezas de mano, limpiando externamente y desinfectando las líneas de succión y el panel de control que utiliza el auxiliar. Limpie siempre la taza de la escupidera, el grifo y la superficie de apoyo del vaso con toallitas detergentes y desinfectantes. Limpie el taburete utilizado por el auxiliar, los reposabrazos, la palanca de regulación y el soporte móvil.
Limpie y desinfecte el monitor para ver radiografías, la lámpara blanqueadora y todos los accesorios que formen parte de la unidad dental.
Retire todos los materiales que se deben desechar de las superficies de apoyo en la sala de tratamiento y trate todas las superficies, estanterías, armarios, puertas y tiradores con toallitas detergentes y desinfectantes. Limpie el fregadero y el grifo. Retire todas los films protectores de la radiografía intraoral y proceda con la limpieza y desinfección utilizando toallitas adecuadas para el tratamiento de superficies delicadas. Limpie siempre los tiradores internos y externos de las puertas con toallitas detergentes y desinfectantes.
Todas las salas, como la sala de procesamiento, la recepción, la sala de espera, los baños, los vestuarios, las áreas comunes para empleados, los despachos médicos, etc. de la clínica dental deben limpiarse y desinfectarse, ya que tienen un alto riesgo de convertirse en vectores de infección cruzada para todo el personal sanitario y los pacientes.
Todas las superficies principales deben tenerse en cuenta, como los suelos, las puertas, los picaportes, las ventanas, las mesas de café, los percheros, las sillas, las mesas, etc. Siga este procedimiento de limpieza y desinfección al final de la jornada laboral y siempre que se produzca una contaminación visible de suciedad para restaurar inmediatamente las condiciones
eguras para pacientes y personal.
En la sala de procesamiento, deje libres todas las superficies de apoyo y retire todos los materiales, protecciones y accesorios utilizados que no estén diseñados para reutilizarse, como agujas, extractores de saliva, gasas, etc.
Trate todas las superficies de apoyo, armarios, puertas, tiradores y estanterías con toallitas detergentes y desinfectantes.
En el caso de las demás salas fuera de las salas de procesamiento y de tratamiento, diluya el producto según las instrucciones del fabricante y elija el contenedor adecuado (cubo, pulverizador, etc.) para el tipo de aplicación que desea realizar en grandes superficies (suelos, puertas, tiradores, mesas).
El cuidado de la piel y de las manos, desde la limpieza y la desinfección hasta la hidratación, es una tarea diaria. Es importante permitir que la película hidrolipídica natural de la piel se reconstituya. Cuando la piel está extremadamente deshidratada, puede romperse y desarrollar pequeños cortes, que nos exponen a un riesgo de infección aún mayor.
Utilice siempre productos que sean seguros, suaves y adecuados higiénicamente para el uso frecuente y que estén probados dermatológicamente.
Los desinfectantes y las lociones de limpieza deben cumplir con los requisitos de las normas relevantes. Las lociones de limpieza deben ser suaves e incluir sustancias que protejan la barrera cutánea natural. Las cremas y lociones protectoras deben absorberse rápidamente y no dejar ningún residuo en la piel.
El objetivo de la desinfección es reducir los microbios patógenos, de forma que la cadena de infección potencial pueda interrumpirse y la carga microbiana sea lo más baja posible.
Los desinfectantes químicos contienen principios activos que matan o inactivan a los microorganismos patógenos.
El efecto se basa, entre otras cosas, en la capacidad del desinfectante químico de destruir la pared celular microbiana o de inhibir procesos metabólicos específicos de los microbios, lo que da como resultado la muerte o la inactivación.
Las clínicas dentales deben utilizar desinfectantes que tengan un amplio espectro patógeno (bacterias, virus, micobacterias, hongos, levaduras y mohos), lo que garantiza un alto nivel de desinfección en un período muy corto de tiempo.
Hay pruebas específicas a las que deben someterse los desinfectantes para poder afirmar la actividad desinfectante frente a patógenos específicos (EN 14885 y relacionadas).
Descubra más información científica sobre los riesgos de infección y la cadena de infección, además de una plantilla para su plan de limpieza y desinfección.
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